TERAPIA OCUPACIONAL Y ATENCIÓN TEMPRANA: HACIENDO POSIBLE LA PARTICIPACIÓN DEL NIÑO. BEATRIZ MATESANZ GARCÍA, Terapeuta Ocupacional especializada en niños, Profesora Colaboradora de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. [email protected] La Terapia Ocupacional es una disciplina que tiene como objetivo la promoción de la salud y el bienestar a través de la ocupación. Su objetivo es capacitar a la persona para participar en todas aquellas actividades que dan sentido a su vida. La Terapia Ocupacional se dirige a aquellas personas y grupos de población que sufren la afectación de una función o estructura corporal, debida a algún cambio en su estado de salud, llevándole a experimentar limitaciones en su participación. La participación del niño puede verse limitada y restringida por diferentes factores, pudiendo causar, tal y como refiere la actual CIF (Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud, 2001) problemas para el desarrollo de situaciones vitales. Una situación vital para un niño puede ser alimentarse, vestirse, cuidar de sí mismo, hacer amigos, explorar el mundo que le rodea o resolver con éxito situaciones planteadas en el entorno escolar. Los terapeutas ocupacionales especializados en la atención temprana se preocupan por todos aquellos niños que ven mermadas sus posibilidades de participación debido a factores de riesgo psicosocial, discapacidades congénitas o adquiridas (síndromes, cromosomopatías,) y trastornos asociados a los primeros años de vida. Fig1. Fig. 1. La alteración del tono es un factor que puede impedir o dificultar la participación del niño en actividades tan necesarias como el juego y la alimentación. 1 El terapeuta ocupacional es consciente de la necesidad de intervenir sobre tres pilares fundamentales en todo proceso terapéutico: la persona (el niño), la ocupación y el entorno. La CIF considera el ambiente como un elemento más, junto a los factores personales a considerar en la intervención, con el mismo peso que las funciones y estructuras corporales, las actividades y la participación. Por esta razón, la evaluación de todas aquellas actividades que se desarrollan en las áreas de desempeño del niño (autocuidado, productividad y ocio y tiempo libre) así como en los diferentes entornos (colegio, domicilio, hospital, parque etc.) es parte esencial de su intervención. La formación universitaria recibida por los terapeutas ocupacionales en áreas como: Anatomía, Fisiología, Neurología, Psicología, desarrollo evolutivo y desarrollo ocupacional del niño, análisis de la actividad, adaptación del entorno y de los diferentes materiales (para la escritura, la alimentación, el juego, el vestido y desvestido etc.) le capacitan para desarrollar una intervención adecuada en la atención temprana. Un niño puede ser referido a Terapia Ocupacional por dificultades en las áreas de autocuidado, productividad, ocio y tiempo libre o por dificultades en componentes del desarrollo sensoriomotores, cognitivos y psicosociales, que pueden interferir en el proceso de aprendizaje (AOTA, 1999). El terapeuta ocupacional lleva a cabo la evaluación de las diferentes habilidades que forman parte de una situación vital para el niño, con un objetivo: detectar aquellos déficits que están interfiriendo en la participación e intervenir sobre ellos, promoviendo así su independencia. Por ejemplo, si un niño es derivado a Terapia Ocupacional porque presenta dificultades en la escuela para el desarrollo de una escritura legible, el terapeuta ocupacional desarrollará el siguiente proceso de intervención: 1. Entrevistas con la familia, con el niño y con los profesionales implicados en el currículo educativo del niño para reclutar información relevante. 2. Evaluación del niño durante el desarrollo de la actividad en su entorno real (el aula) para determinar cual es el origen de la dificultad. Factores como debilidad de la musculatura intrínseca de la mano, dificultades con el desarrollo del agarre tridigital, dificultades con la coordinación ojomano, falta de tono extensor en el tronco, dificultades con la planificación motora podrían, entre otros, estar interfiriendo en el desarrollo de esta actividad básica para un niño de entre 4 y 6 años. 3. Una vez determinado el origen de las dificultades, el terapeuta ocupacional implementará un programa específico encaminado a desarrollar aquellas habilidades que presentan un déficit o bien a suplir aquellos componentes que el niño no pueda conseguir. Este programa deberá ser consensuado con la familia, el niño y sus profesores. La colaboración de todos es imprescindible. Un niño puede necesitar utilizar un bolígrafo adaptado o una ayuda técnica como las que se pueden apreciar en las figuras 2 y 3, por lo que el profesor y los cuidadores deberán estar asesorados por el terapeuta ocupacional en su correcta utilización. 2 4. Intervención directa con el terapeuta ocupacional para trabajar en la mejora de las habilidades sensoriomotoras necesarias para la manipulación de diferentes herramientas. 5. El seguimiento periódico del niño durante el desarrollo de esta función. Fig. 2. La colocación en el pupitre de un portalápices metálico adaptado al tamaño y tipo de agarre del niño contribuye a la normalización del tono y al mantenimiento de la elongación de la musculatura del brazo y la mano. Fig. 3. Ejemplos de adaptaciones y ayudas técnicas que facilitan la participación del niño en las diferentes áreas del desempeño ocupacional. En líneas generales, el rol del terapeuta ocupacional en atención temprana implica las siguientes funciones: • • Realizar una evaluación ocupacional, que persigue, en primer lugar, el propósito de detectar todo aquello que es o podría ser un obstáculo o una imposibilidad para el desarrollo normal de una actividad y que ocasiona disfunción ocupacional. En segundo lugar, identificar las capacidades, destrezas y/o habilidades personales que le permitan funcionar de una forma lo más autónoma posible. Establecer un programa de intervención dirigido a desarrollar, mantener y /o compensar, destrezas y habilidades sensorio perceptivas, cognitivas y psicosociales a un nivel que permita la participación del niño. 3 • • • • • • Diseñar, fabricar y entrenar en la utilización de ayudas técnicas y adaptaciones que permitan sustituir una función perdida o deteriorada. Valorar y adaptar física y sensorialmente los entornos del niño (escolar, domiciliario, hospitalario). Seleccionar, adaptar y asesorar en relación al equipo postural necesario para el mantenimiento del control postural. Asesorar en el desarrollo de estrategias que ayuden al niño a modular de manera efectiva la información sensorial. Asesorar en las adaptaciones de acceso al currículo en aquellos niños que asisten a colegios de educación especial o están integrados en el primer ciclo de educación infantil de la escuela ordinaria. Colaborar y coordinarse en los tratamientos con el resto de los miembros del equipo, aportando los conocimientos específicos relacionados con su profesión. El terapeuta ocupacional es el profesional formado y capacitado para acompañar y facilitar la participación del niño en todas aquellas actividades de su vida diaria que contribuirán al desarrollo de su autoestima y de la confianza en sí mismo. Quiero agradecer el esfuerzo de todas mis compañeras terapeutas ocupacionales que día a día trabajan por defender la figura del Terapeuta ocupacional en la atención temprana. Bibliografía de interés sobre el tema. 1. AYRES, A. J. (1979), Sensory Integration and the Child, Western Psychological Services, Los Ángeles. 2. BAVOSA, A. (2005), Seasonal Activities for Sensorimotor Development, Speechmark Publishing, Bicester. 3. BLANCHE, E. I., BOTTICELLI, T. M., HALLWAY, M. K. 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